Segregación de zonas comunes
Conseguir un ambiente más seguro, humano y agradable pasa por evitar las aglomeraciones de gente.
Como ejemplo: si en lugar de crear un solo office en el que confluyan todos los empleados de una oficina, repartimos office más pequeños por todo el espacio, evitaremos grandes circulaciones con cruces de personas innecesarios.
Dividir la privacidad del espacio
Lo mismo ocurre entre las zonas más y menos privadas de la oficina. Si organizas las salas de reuniones, zonas de descanso, puestos de trabajo etc. De forma que separas las zonas de acceso a visitas y las más privadas, es más fácil mantener el entorno limpio y cuidado.
Además, esto hace que se pueda programar la limpieza de las diferentes zonas con más o menos frecuencia dependiendo de su uso.